
Antes que nada, quisiera pedir perdón por mi tardanza para redactar esta crónica de lo sucedido el último sábado en Don Balón. La falta de tiempo y, sobre todo, ver jugar al equipo del Bichi Borghi, me sumieron en un letargo digno de cualquier tortuga en pleno julio.
Y aparte otra cosa, como diría el gran Chila: yo no escondo el bulto (palabra predilecta de Alfonso por estas horas, dado que no manda más que mails de travestis, homosexuales y bueno, el famoso correo desagradable que tuve la suerte de no observar). Aquellos que insinuaron que mi amistad con el señor Diego Ferrari iba a influir sobre el comentario del encuentro, están plenamente equivocados. “Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa” como bien dijo Karina Jelinek en su momento. Soy un espectador imparcial y por eso mismo puedo desmenuzar el partido y destruir a quien me plazca.
Sin más preámbulos (me estoy dando cuenta de que antes de cada crónica tengo que explicar algo. Me parece que no soy muy querido por el grupo putístico) arrancamos con la “sorprendente” primera victoria de “La Pesadilla de Cruyff”, sobre un opaco, desteñido y frío “Vinimos por las Dudas”
Fue un partido atípico desde el vamos. Capurzio y Miramonti, puntales de “Vinimos..” sufrieron el destierro de un impiadoso Diego Ferrari, quien optó por el buen pie de Calvo y Ferrari jr., cuestión de la que se arrepentiría 3 segundos después de haber comenzado el encuentro. Esta vez el iluminado tácticamente fue Alfonso, quien aprovechó la falencia de un Ferrari envalentonado por los triunfos y eligió a los dos tanques, aprovechando así el buen nivel de ambos a lo largo de todo este “mini-torneo”.
Fue un partido atípico desde el vamos. Capurzio y Miramonti, puntales de “Vinimos..” sufrieron el destierro de un impiadoso Diego Ferrari, quien optó por el buen pie de Calvo y Ferrari jr., cuestión de la que se arrepentiría 3 segundos después de haber comenzado el encuentro. Esta vez el iluminado tácticamente fue Alfonso, quien aprovechó la falencia de un Ferrari envalentonado por los triunfos y eligió a los dos tanques, aprovechando así el buen nivel de ambos a lo largo de todo este “mini-torneo”.
Otro error imperdonable para el “técnico” de “Vinimos..” es haber confiado en la puntualidad de Iván Polita, defensor que venía cumpliendo un buen papel a lo largo de los encuentros, pero que no se caracteriza, precisamente, por llegar en horario a los partidos. Esta vez se zarpó y llegó media hora más tarde, factor desequilibrante en el encuentro, ya que el equipo de Capurzio, Miramonti y Alfonso (jamás pensé que pondría estos tres apellidos juntos en una disertación futbolística) aprovechó esa tardanza y usufructuó (parezco Liberman) ese error a su favor.
A todo esto se le suma la floja performance individual del equipo de los Ferrari: el grande no daba pie con bola. Si algo tiene para destacar el lungo defensor de este equipo, es su despliegue físico, su continuo morder al rival y, de vez en cuando, clarificar las acciones para obtener el mejor panorama posible. Bueno, hizo todo lo contrario: no corrió, no jugó y se fundió a los 10 minutos de partido. No sólo porque eran cuatro contra cinco, sino porque se cansó de putear al hermano ya que éste no le pasaba un solo fútbol.
Matías Ferrari arrancó para comerse la cancha y la único que se morfaba era la pelota. “Hice cuatro goles”, declaró después del encuentro, como si fuera una razón más que valedera para ponerle diez puntos. Querido Matías, el partido se analiza globalmente. Recuerde usted que alguna vez, el Ciruelo Piaggio le hizo tres goles a Boca en un mismo partido. ¿Dónde está el Ciruelo Paggio? Vaya uno a saber. Quizá lo de usted fue bueno en la red, fue digno en la técnica, pero fue paupérrimo en el aspecto colectivo, ya que siempre prefirió prevalecer la individual sobre el pase seguro al gol. Y esto, estimado, yo lo tengo muy en cuenta. (La foto de abajo nos muestra como sería el fútbol ideal para Matías Ferrari: èl solo con la pelota y el arco. ¿Para qué pasársela a un compañero? Por favor!!)

Marcos Matera, quien venía teniendo buenas (en algunos casos muy buenas) actuaciones, volvió a defeccionar. Los botines que se compró (unos Nike blancos, muy lindos) serán fashion, vistosos, pero no te hacen jugar mejor. Volvé a los raídos Adidas que tenías. Esos poseían magia (inolvidable aquel encuentro donde fue figura absoluta marcando varios goles y siendo una pieza vital para el andamiaje de su equipo). Este sábado tiene revancha. Trate de no chocarse con sus compañeros (cómo no recordar la acción en la que Ferrari jr. y Matera se chocan por ir a una misma pelota y le dan un “pase gol” a Valado) y vuelva a mostrar ese nivel que alguna vez le vimos.
Calvo fue, por lejos, lo mejor del equipo derrotado. Levantaba la moral continuamente, tiraba para adelante y jugó en equipo, méritos que lo distinguen de la medianía general. Lástima sus compañeros. El otro sábado le toco Alfonso y este sábado el tándem Ferrari-Ferrari. Calvo me hace acordar a Agüero en el último equipo de Independiente dirigido por Falcioni. Levantaba la cabeza y lo tenía a Bustos Montoya. Pobre tipo.
Pasemos al lado ganador de la historia. Al sorprendente lado victorioso. Todo mérito; todo muy parejo. Puntos altos por doquier. Usted me dirá: “¿cómo, no jugaron Alfonso y Valado juntos en un mismo equipo? ¿Cómo puede haber TODOS puntos altos en ese conjunto?” Pues bien, estimado lector, allí lo de “sorprendente”. Alfonso calculador, no tirando esos pelotazos de puntín característicos que nunca llegan a destino, tocando con Valado sin putearse y, de vez en cuando acertándole al arco para convertir. Fue el partido de su lustro. Lástima que muy pocas personas lo pudieron observar ya que esto es un fenómeno que ocurre en lapsos de tiempo muy altos. Ahora, prepare su cerebro para tratar de comprender estas palabras: ALFONSO JUGO MUY BIEN. Si, ya se que estas palabras en la realidad no tienen relación semántica ni sintáctica, pero fue lo que ocurrió. Una lástima no haber filmado el encuentro.
Pasemos al lado ganador de la historia. Al sorprendente lado victorioso. Todo mérito; todo muy parejo. Puntos altos por doquier. Usted me dirá: “¿cómo, no jugaron Alfonso y Valado juntos en un mismo equipo? ¿Cómo puede haber TODOS puntos altos en ese conjunto?” Pues bien, estimado lector, allí lo de “sorprendente”. Alfonso calculador, no tirando esos pelotazos de puntín característicos que nunca llegan a destino, tocando con Valado sin putearse y, de vez en cuando acertándole al arco para convertir. Fue el partido de su lustro. Lástima que muy pocas personas lo pudieron observar ya que esto es un fenómeno que ocurre en lapsos de tiempo muy altos. Ahora, prepare su cerebro para tratar de comprender estas palabras: ALFONSO JUGO MUY BIEN. Si, ya se que estas palabras en la realidad no tienen relación semántica ni sintáctica, pero fue lo que ocurrió. Una lástima no haber filmado el encuentro.
Un caso similar (pero de otras proporciones) fue el de Valado. Un Valado goleador, atento a las múltiples fallas que proporcionaba la defensa rival; pícaro para picar a espaldas de Ferrari jr. (que para volver en defensa necesita el tren bala de los Kirchner) y lo más sorprendente: armó una buena dupla con Alfonso y ni se putearon en casi todo el encuentro. Es más, creo que ni se hablaron. Me parece que encontraron la fórmula para jugar juntos y esto es un signo de alerta importante para Diego y su conjunto.
Qué decir de Capurzio y Miramonti que no se haya dicho en columnas anteriores? Me parece que la decisión de su (ex?) técnico de relegarlos por gente con mejor pie (en teoría) influyó positivamente en ellos. El grito (amenaza?) de Capurzio antes de comenzar el encuentro lo dijo todo: “Ferrari, ahora vas a ver, traidor!!!” Y cumplieron creces. La ubicuidad, orden, estilo y clase de Miramonti en el fondo. Imprescindible para cualquier equipo que necesite estabilidad. Y la estirpe bochinesca, el pase Baldosero y la panorámica de Capurzio fueron implacables para el rival.


Párrafo aparte para Gabriel Gómez: qué arquero por favor!!. Sigue sin usar las manos, pero es casi imposible convertirle. Como hiciera el Loco Gatti con “la de Dios”, Gómez también patentó su jugada. Se llama: “La de Cirio”, porque con su trasero despeja pelotas imposibles de tapar para un portero convencional. Y aparte, en algunos casos, tiene más trasero que la tan mentada Jésica (y eso es mucho).
Gran victoria de “La Pesadilla..” que achica el margen frente a su clásico rival y que promete ser la antesala de un partido (este próximo sábado, 16 horas) para no perderse por nada del mundo.
LOS EQUIPOS
LA PESADILLA DE CRUYFF (Aquí posando con su arma secreta)

ALFONSO (8): su mejor partido, por lejos. El equipo rival espera que este sábado aprezca el “verdadero” Claudio Marcelo. Muchas virtudes, pocos defectos (no es hora de sacarse esa remera de Alemania que tan mal le queda?) y una actuación para el recuerdo.
LOS EQUIPOS
LA PESADILLA DE CRUYFF (Aquí posando con su arma secreta)

ALFONSO (8): su mejor partido, por lejos. El equipo rival espera que este sábado aprezca el “verdadero” Claudio Marcelo. Muchas virtudes, pocos defectos (no es hora de sacarse esa remera de Alemania que tan mal le queda?) y una actuación para el recuerdo.
VALADO (8): ídem Alfonso. Goles, de vez en cuando alguna que otra gambeta, panorama y usufructo del error rival. Ese es el Valado que queríamos y el que tanto tardó en aparecer por las canchas. Bienvenido, querido Alejandro
GOMEZ (9): como arquero, lo máximo. Salió del arco un rato y no decepcionó para nada. Al contrario: sobrio, siempre eligiendo el mejor pase. Hasta un par de golcitos se dio el lujo de anotar. También, con el equipo que tenía enfrente…
CAPURZIO (9): la venganza nunca fue más terrible. Al ser ninguneado por su socio en la escuela (situación que también sufrió su otro socio) hizo lo que mejor le sale dentro de una cancha. Recostarse sobre un sector y dirigir la batuta como pocos. Como el Bocha en sus últimos tiempos. Da gusto verlo jugar y para sus compañeros es una brújula (y no lo digo por lo redondo).
MIRAMONTI (10): el mejor de un equipo de gran rendimiento. No le cabe otra calificación. Ordenó, jugó, cabeceó (como para errarle), hizo goles… ¿qué más se le puede pedir a un tipo que hace menos de un mes era casi un ex jugador? El muchacho se puso en forma y está intratable. Salud Miramonti!! Usted sí que le puede decir a Lola “Sabés, juego con tipos que tienen hasta diez años menos y les hago el totó” Y ella responderá: “tasdtkadlayeeh dñajoo buubahyd ahd “
VINIMOS POR LAS DUDAS (Falta uno. En realidad sobraba y lo echaron)

D. FERRARI (4): el peor partido desde que volvió a las canchas sintéticas y despellejadas. Mal con el balón, mal en defensa, mal físicamente y, sobre todo, mal con el hermano. Diego, te tengo una buena noticia: este sábado Matías no juega. Y si llega a venir de sorpresa, siempre hay un Clonazepam a mano.
M. FERRARI (5): un poco mejor que su hermano, lo cual no quiere decir demasiado. Hizo goles, un par de esas cabriolas que lo asemejan con el andar del “Pocho” Insúa (sólo con el andar) y alguna que otra cosita más. Para la próxima le compramos una pelota para que juegue solito mientras nosotros hacemos el partido.
CALVO (8): lo mejor del equipo. Tiraba una flor y le devolvían un tereso de Tiranosaurio, pero el tipo se empecinó en hacer jugar a tipos que en vez de pies tienen bloques de Pórtland. Felicitaciones, Calvo. Gracias a usted la derrota no fue tan abultada (sólo por tres goles, dato que se me escapó) y pudimos pasar una semana sin mails dolorosos. Gracias de nuevo.
MATERA (4): flojo encuentro del “terror de las tibias”. Poco en ataque, poco en defensa, aunque hay un gran aspecto para destacar: su constante colaboración con el ataque rival. Cuando parecía que la jugada se diluía en la intrascendencia aparecía Marquitos para imponer el riesgo nuevamente. No se puede decir que no piensa en sus colegas. Un tipo de gran corazón. (Este sábado llevá agua bendita y tirale a los botines blancos)
POLITA (-): Imposible calificar a alguien que jugó menos de veinte minutos, aunque con lo que mostró, el guión le viene bárbaro.
GOMEZ (9): como arquero, lo máximo. Salió del arco un rato y no decepcionó para nada. Al contrario: sobrio, siempre eligiendo el mejor pase. Hasta un par de golcitos se dio el lujo de anotar. También, con el equipo que tenía enfrente…
CAPURZIO (9): la venganza nunca fue más terrible. Al ser ninguneado por su socio en la escuela (situación que también sufrió su otro socio) hizo lo que mejor le sale dentro de una cancha. Recostarse sobre un sector y dirigir la batuta como pocos. Como el Bocha en sus últimos tiempos. Da gusto verlo jugar y para sus compañeros es una brújula (y no lo digo por lo redondo).
MIRAMONTI (10): el mejor de un equipo de gran rendimiento. No le cabe otra calificación. Ordenó, jugó, cabeceó (como para errarle), hizo goles… ¿qué más se le puede pedir a un tipo que hace menos de un mes era casi un ex jugador? El muchacho se puso en forma y está intratable. Salud Miramonti!! Usted sí que le puede decir a Lola “Sabés, juego con tipos que tienen hasta diez años menos y les hago el totó” Y ella responderá: “tasdtkadlayeeh dñajoo buubahyd ahd “
VINIMOS POR LAS DUDAS (Falta uno. En realidad sobraba y lo echaron)

D. FERRARI (4): el peor partido desde que volvió a las canchas sintéticas y despellejadas. Mal con el balón, mal en defensa, mal físicamente y, sobre todo, mal con el hermano. Diego, te tengo una buena noticia: este sábado Matías no juega. Y si llega a venir de sorpresa, siempre hay un Clonazepam a mano.
M. FERRARI (5): un poco mejor que su hermano, lo cual no quiere decir demasiado. Hizo goles, un par de esas cabriolas que lo asemejan con el andar del “Pocho” Insúa (sólo con el andar) y alguna que otra cosita más. Para la próxima le compramos una pelota para que juegue solito mientras nosotros hacemos el partido.
CALVO (8): lo mejor del equipo. Tiraba una flor y le devolvían un tereso de Tiranosaurio, pero el tipo se empecinó en hacer jugar a tipos que en vez de pies tienen bloques de Pórtland. Felicitaciones, Calvo. Gracias a usted la derrota no fue tan abultada (sólo por tres goles, dato que se me escapó) y pudimos pasar una semana sin mails dolorosos. Gracias de nuevo.
MATERA (4): flojo encuentro del “terror de las tibias”. Poco en ataque, poco en defensa, aunque hay un gran aspecto para destacar: su constante colaboración con el ataque rival. Cuando parecía que la jugada se diluía en la intrascendencia aparecía Marquitos para imponer el riesgo nuevamente. No se puede decir que no piensa en sus colegas. Un tipo de gran corazón. (Este sábado llevá agua bendita y tirale a los botines blancos)
POLITA (-): Imposible calificar a alguien que jugó menos de veinte minutos, aunque con lo que mostró, el guión le viene bárbaro.
7 comentarios:
segui con tu equipo de "buen pie" jajajaja, ¿no fue muy generoso wiliam neim con la calificación de los Ferrari??? Saludos
Mi estimado Sr. Neim, gracias por el puntaje, pero como dicen los que manejan la falza modestia
"LA FIGURA FUE EL EQUIPO"
SALUTE
Dijo la Pelota:
Para Matias el sabado llevo una amiga, asi los dejamos solos.
Dijo el Dr. Bidón:
analicen lo que tomó alfonso antes del encuentro
un par de consideraciones:
Para el primer comentario: me parece que Ferrari grande va a optar por alguno de los "dinosaurios" en el partido que se viene. Con respecto al puntaje podría haber sido 3 y 4 en vez de 4 y 5. Da lo mismo. Jugaron asqueroso los dos.
Para el segundo comentario: Se lo merece. Jugó un gran partido. Y no se haga el modesto. A propósito, falsa va con s.
Para el tercer comentario: que sean dos, por las dudas.
Para el cuarto comentario: si, la verdad que da para analizar. Me parece que tomó lo mismo que Ben Johnson en Seul 88
La verdad tomé solo unos gramitos de efedrina que venden mis amigos peruanos, intimamente relacionados con los colombianos traficantes y con el triple crimen de Rodriguez.
El Sr Valado puede aseverar mis palabras, dado que conoce a un par de mis amigos peruanos, al igual que Ferrari Jr.
Ferrari Jr, cuando regrese a los estadios, si me toca elegir, contaré con su buen pie.
alfonso: que rápido me doy cuenta de que usted no sabe nada de fútbol. Elíjalo al individualista ese. Así le va a ir. Yo se lo que le digo
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