Bailando en Don Balón

Por William Neim
Para P.U.T.O.
Desde Quilmes, Pcia. de Buenos Aires

Antes de comenzar, quisiera aclarar brevemente dos cosas: en primer lugar, esta crónica no tiene ningún tipo de intención maliciosa para con NINGUNO de los protagonistas del encuentro que se disputó el sábado pasado en Don balón (nuevamente). En segundo término, y acalarando lo primero anteriormente mencionado, este humilde "periodista", atendiendo los reclamos de amigos, compañeros y rivales de los equipos, solicita la inmediata reconciliación de dos personas entrañables, que son caras a los sentimientos de toda la comunidad putística: Claudio Marcelo y Greg Austin, por favor, déjense de joder. Es sólo un partido, por favor.

Dicho esto y aclarando los tantos como se debe, comienzo esta crónica.

Al empezar este relato, me puse por un momento en la piel de cualquier periodista que haya cubierto, por ejemplo, el derumbe de las Torres Gemelas. Entonces me pregunté cómo hacer para describir el horror, el abatimiento, el desconsuelo; en fin, la tragedia en su más álgida y escalofriante versión. Simplemente me aferro a la verdad y a la realidad, como postulaba el General. Una realidad irrefutable, que marca que el equipo liderado por Alfonso no concretó un gol en 30 minutos de juego (si, leyeron bien). Una realidad desgarradora que afirma que las pocas llegadas de "La Pesadilla de Cruyff" (tibias, casuales, timoratas) eran resueltas una y otra vez por los increíbles refelejos de Gabriel Gómez, único arquero en el mundo que no utiliza las manos, ya que es un hábil administrador de posturas corporales y no necesita las garras para atajar. Revolucionario.

Antes de comenzado el encuentro se veía venir la hecatombe. ¿Por qué digo esto? Simplemente, querido lector, observe las fotografías de ambos equipos antes de iniciar el partido. Los años que llevo comentando y pronosticando, agudizaron mi ojo analizador y no me puedo equivocar.

En la primera fotografía notamos calaramente a un "equipo" hecho y derecho. Observemos la pose de los "jugadores": dos abajo (uno sosteniendo el balón, en típica posición de épocas románticas de nuestro fútbol) y tres arriba conformando la clásica "foto del equipo". Faltan los alcanza pelotas y un par de promotoras y parecen players de verdad y todo. Observe sus caras (mal que le pese, estimado lector). Verá cierta alegría (claro está, nada se compara con el suave deslizar de una pelota sobre la verde alfombra deshilachada), pero también observará cierta concentración y cierta mirada asesina, fundamental para destrozar al rival (cosa que sucedió finalmente). Por último, notará que la foto está un poco movida. No nos olvidemos que la misma fue tomada por un rival en un momento previo al match. Ya se notaba el nerviosismo del individuo y las ganas de que la masacre termine pronto.

Si pasamos a la segunda fotografía, la cosa cambia: desorganización, uno de un lado, otro del otro; algo realmente impresentable. Parecen cinco bailarinas (y cómo bailaron!!!) jubiladas del Lido de París. Nunca se vio una foto tan poco futbolera, a pesar de que casi todos estén con camisetas y pantaloncitos. Digo esto, porque lo de Valado (medio) es nefasto: parece que se levantó de la siesta, se sacó las pantuflas, se puso unas zapatillas cualunques y fue a "jugar". Ya perdió desde el arranque. También notamos el poco compañerismo: a Polita (uno de los pocos que se salvó del incendio, junto con Matera) lo dejaron atrás y casi lo tapan. Está bien que no es Brad Pitt, pero un equipo se forma por cinco personas, no por cuatro. Otro gol en contra.

Con respecto al partido, la hago rápida y concisa: fue un baile. Pero un baile de esos que duelen. Un paseo que deja marcas y huellas (la foto del trasero e Marquitos no deja dudas). Fue toque, fútbol, lujo y gambeta. Y con changüí, ya que los equipos fueron armados con el milenario sistema "pan - queso". Hubo un líder que eligió bien (Ferrari) y otro que eligió mal (Alfonso, nuevamente). No hubo nada para recriminar. En un momento del encuentro, cuando la masacre era insostenible, se oferció un cambio de piezas para equiparar un poco las cosas. Esto fue malinterpretado por los miembros de "La Pesadilla..." y su actitud fue la de enojarse pensando que el equipo rival los estaba "cargando". Los goles se sucedían y, otra vez, los resquemores aparecían: esta vez la cosa se puso tensa. Primero, Alfonso frente a Valado. Muchachos, ya cansan. A los cinco minutos ya se están puteando, por Dios. Después, Alfonso con Greg Austin: acusaciones mutuas y un final que incluyó mensajes de texto y una salida enfurecida de la figura del partido anterior. Bajemos los humos queridos.

La foto del final lo dice todo. Detrás de la charla animada entre Serrano y Miramonti luego de otra victoria, asoma la consternación, la bronca y la decepción de una nueva derrota. Alfonso, todo cambia. Algún día me tocará redactar alguna victoria suya. Espero que el formato blog siga vigente.....

CALIFICACIONES:

VINIMOS POR LAS DUDAS

1.- G. Gómez (9): la sorpresa. Confirmó cuál es el puesto de la familia Gómez en el ámbito futbolístico: el arco. Panzazos, rodillazos, culazos y hasta espaldarazos, hacen de este muchacho un jugador sin par. Ahora, las fábricas de guantes para arqueros se mueren de hambre con este pibe.

2.- Miramonti (8): muy buen partido. No tuvo problemas en la marca y, ante la anemia ofensiva del rival, se fue al ataque y logró goles de brillante factura.

3.- Capurzio (8): el cerebro del equipo. Cada contragolpe fue una estocada para el rival. Siempre se mostró en toda la cancha (parado, claro está) y desplegó un fútbol de alto vuelo con mucho toque.

4.- Serrano (8): sus primeros veinte minutos fueron claves para cerrar definitivamente el partido. Con eso le alcanzo para ser una de las figuras del encuentro. Después, lo de siempre: el tipo quiere hacer un gol de rabona desde la mitad de cancha...Es un esteta, no hay nada que hacer (me gustaría que haga lo mismo en el desafío contra el equipo "Osobuco de Mandril" de la Villa Itatí. A ver si se la banca...)

5.- Ferrari (8): Sobrio, tranquilo, moderado. Más calmado que el partido anterior y asociándose al juego colectivo con mucha naturalidad. Unico miembro del conjunto que marcó a alguien. Para destacar: un delicioso gol de sombrero que despertó el aplauso de todos los jugadores (alguna vez se tenía que equivocar...)

LA PESADILLA DE CRUYFF

1.- Alfonso (1): Ofuscado, negado, insultado. En un momento, cerca del final, amagó con cambiarse e irse del partido antes de que termine ¿Por qué Alfonso? Usted eligió a sus jugadores y no respondió o no le respondieron. Recuerde que traicionó a Serrano en la elección y éste no lo perdonó. Desde ahora lo conoceremos como "AlCobos". En fin, fue una (otra y muy) mala tarde, nada más. Empéñese en tratar de devolverla redonda y va a ver que la cosa cambia. Ahhh, eso redondo y de gajos plateados era la pelota. Le digo, por las dudas...

2.- Valado (2): Otro. Insultándose con medio mundo desde que empieza el match. Muchachos, para la próxima me vengo con un container de Rivotril y arrancamos. Querido Alejandro, no se queje si el pase no le llega o si le erra al arco por diez metros. Relájese. Tenga en cuenta algo positivo. Por lo menos pudo terminar este partido sin lesionarse. Es el comienzo de algo.

3.- Greg Austin: (3): ¿Dónde quedó la figura del partido anterior? ¿Tanto lo desmotiva jugar con Alfonso? Los buenos jugadores se acostumbran a todo; por ejemplo, Maradona jugó con Garré y salió campeón del mundo. Me extraña de usted, Calvo. Tipo tranquilo si los hay. Además la embarró con la actitud final y los mensajes de texto posteriores. Imagino que ya en frío la cosa habrá sido diferente. Querido Greg, lo esperamos con los brazos abiertos en el próximo encuentro. Usted es figura. No nos prive de su fútbol.

4.- Matera (5): Uno de los que zafó. Viene confirmando todo lo bueno que hablamos de él en el comentario anterior. A pesar de las peleas internas, el poco fútbol, las discusiones y los goles en contra, usted fue siempre al frente y no se resignó nunca. Ejemplo para los payasos que tiene de compañeros. Aprendan, mamarrachos..

5.- Polita (5): Otro que se salvó de ser colgado. Puso todo y fue siempre limpio (me extraña. Me parece que cambiaron al Negro que yo conozco y me trajeron su doble). Garra y temple para seguir en la suya a pesar de la derrota y para soportar a esas tres cabareteras que no paraban de putearse.