La justicia es ciega y lenta; para embarrarla más es mina y, como ya sabemos, los humanos de ese género saben de fobal la nada misma. Pero se ve que alguno de todos los que le levantan la falda y la violan le tiró algún dato y justicia al fin. Una encuesta en Inglaterra, tierra de los creadores del Deporte Rey, reconoce a la selección Argentina de 1990 como la más odiada de la historia del fútbol.
Al fin, viejo. Se ve que el paso del tiempo despeja la bruma que no nos dejaba ver la avergonzante alineación de Carlos Bilardo, alias "el alfilerólogo" alias "Yiya Murano", alias "Dr. Bidón". No voy a detallar ni lo de Branco, ni lo de "al rival hay que pisarlo", ni ninguna de todas sus artimañas. Es un viejo conocido que se recicla gracias a que el mejor de todos los tiempos le ganó el mundial solito. Ya vemos que ese subcampeonato sólo sirve para sostener el "ganar de cualquier manera", que sigue haciendo que nos miren mal desde los cuatro puntos cardinales por la altanería, la fanfarronería, la falta de educación y de cultura que demostramos los argentinos en épocas de plata dulce por el mundo.
Ahora sumamos tener una formación representativa de AFA en el primer lugar del ranking de supervillanos del fútbol. Y seguimos teniendo al creador de ese monstruo dentro del seno de la selección que, a fuerza de coincidencias y cábalas, cree que sin jugar a nada se puede llegar a la final de un Mundial. Se olvida de que sus "20 años de adelanto táctico" hace que hoy-justamente a 20 años de aquella fatidica justa deportiva- lleguemos 40 años atrasados.
Con el verso de la altura de los jugadores, (ej Dolberg) perdimos la técnica individual; con el verso de marcar con tres, ahora se juega con 5 defensores que, cuando pasan el mediocampo, necesitan un manual para saber qué deben hacer con la pelota y, generalmente, no lo entienden. Tiran pelotazos teledirigidos a la cabeza de los centrales rivales y si por casualidad le pegan a alguien y entra, se jactan de saber hacer pelota parada.
Dejémonos de jorobar, qué pelota parada ni ocho cuartos!!!! La pelota debe rodar, por algo es redonda. Si el balón fuera para volar tendría otra forma y, les digo más, tendría alas.
Al final, la pobre tonta, ciega y lenta logró poner en su lugar a alguien, y llegó el día en que el culpable pague, aunque más no sea con el descreimiento público de un montón de aturdidos que se creyeron eso de que "lo más importante es ganar."
Horacio Gagani.
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